Las alteraciones cutáneas son más rápidas y evidentes a partir de los 50 años.
Un diagnóstico precoz mejora las posibilidades del tratamiento Los antecedentes personales o familiares y los síntomas son importantes pero aquello decisivo es la identificación de las lesiones.
El reconocimiento de las lesiones básicas de la piel es un elemento imprescindible para realizar un diagnóstico certero y decidir si un tratamiento es apto
Las alteraciones cutáneas se clasifican de manera general en:
- Enfermedades infecciosas (bacterianas, herpéticas, fúngicas, parasitarias ...)
- Enfermedades inflamatorias (dermatitis atópica, dermatitis seborreica, psoriasis, liquen...)
- Enfermedades de los anexos (acné, hiperhidrosis, caídas de pelo, distrofias ungueales...)
- Alteraciones pigmentarias (nevus, vitíligo, manchas café con leche ....)
- Enfermedades precancerinoses (queratosis actínicas, leucoplasias ...)
- Enfermedad tumoral (carcinoma basocelular, carcinoma escamoso, melanoma, linfoma...)
- Enfermedad autoinmune (lupus, dermatomiositis, esclerodermia, pénfigo, penfigoide ...)