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La cirugía refractiva se practica en personas mayores de 21 años con una graduación estable, esto es un cambio inferior a media dioptria durante el último año.
Siempre es necesario un examen oftalmológico previo. Nuestros profesionales valorarán qué tratamiento se ajusta mejor a tus características personales.
En Àptima Centro Clínico, centro de referencia en la zona del Vallés, tu visión nos importa.
QUÉ TRATAMOS - TÉCNICAS
- Tratamiento de la miopía, hipermetropía y astigmatismo con láser excimer. Técnicas: Allegretto, LASIK, PRK y Lasek.
- Tratamiento de la miopía e hipermetropía Alta con lentes fáquicas.
- Cirugía de cataratas con facoemulsificador de energía ultrasónica.
- Tratamiento de la presbicia o vista cansada con lentes multifocales
- Tratamientos del glaucoma y diagnóstico precoz (OCT, tensión ocular, campimetría computerizada).
- Tratamiento de enfermedades de la córnea. Tratamiento del queratocono con anillos intracorneales y / o Cross Linking. Trasplante de córnea con técnicas lamelares (DSAEK, QLA) y membrana amniótica. Tratamiento del ojo seco.
- Estrabismo y oftalmología infantil.
- Cirugía de párpados y vía lagrimal. Última tecnología: cirugía de la vía lagrimal con LÁSER.
- Tratamiento de las enfermedades de la retina y vítreo: Tratamiento de la Degeneración Macular Asociada a la Edad con terapia fotodinámica o fármacos antiangiogénicos. El desprendimiento de retina. retinopatía diabética
- Topografía anterior y posterior de la córnea (ORBSCAN)
- Biometría ultrasónica y por láser (IOL Master) y ecografía ocular
- OCT. Tomografía axial en tres dimensiones (estudio del nervio óptico y mácula)
- Conteo endotelial
- Campimetría digital
- Láser
- Estudio aberrométrico
- Angiografía digital
- Test de sensibilidad al contraste (ETDRS)
- Test de colores (daltonismo)
REFERENTES EN CIRUGÍA REFRACTIVA
La cirugía refractiva es el término que define los procedimientos quirúrgicos para corregir los defectos de refracción (miopía, astigmatismo e hipermetropía). Existen tres tipos de defectos de refracción: miopía, hipermetropía y astigmatismo.
MIOPÍA
Es un defecto de refracción que hace que el paciente vea muy mal de lejos y bien de cerca. La causa se debe, simplificando, a que el ojo es más largo de lo normal y que la córnea es más curva de lo normal. Debido a estos dos factores las imágenes se enfocan por delante de la retina.
Para corregir este defecto se utilizan las gafas o las lentes de contacto. Si se quiere corregir quirúrgicamente se intenta cambiar la curvatura de la córnea. Existen fundamentalmente tres métodos para lograrlo: la fotoqueratectomia refractiva (PRK), el Lasik y las lentes intraoculares.
HIPERMETROPÍA
Es el defecto de refracción que consiste en que las imágenes se enfocan por detrás de la retina y se caracteriza porque las personas que la padecen ven más o menos bien de lejos y mal de cerca. El defecto se debe a que los ojos son más cortos de lo normal y que la córnea es más plana. La corrección se logra mediante gafas o lentes de contacto. La opción quirúrgica consiste en intentar encorvar la córnea. Esto se puede lograr a través del láser excimer (lasik). Está indicada para hipermetropías menores a 5 dioptrías.
ASTIGMATISMO
Es el defecto de refracción que impide una visión correcta tanto de cerca como de lejos. La córnea en un astigmatismo no tiene todos los radios iguales, sino que hay alguno que es más curvo o más plano. Esto provoca que las imágenes no se enfoquen sobre la retina.
El astigmatismo se puede corregir siempre y cuando no se superen las 6 dioptrías.
También tratamos el glaucoma:
GLAUCOMA
El glaucoma es una enfermedad crónica del nervio óptico que se asocia a una pérdida progresiva e irreversible del campo visual. Uno de los problemas es que la agudeza visual central no afecta hasta las fases terminales, por lo que los pacientes no se dan cuenta de los síntomas hasta que la enfermedad está ya muy avanzada.
Hay varios tipos de glaucomas, que pueden ser primarios o secundarios a otras patologías oculares. Lo más frecuente es el glaucoma primario de ángulo abierto, siendo la edad y la presión intracular elevada los principales factores de riesgo.
Se estima que aproximadamente el 2% de la población de más de 50 años padece glaucoma. Esta proporción aumenta en presencia de miopía, diabetes, enfermedades cardiovasculares y especialmente en presencia de antecedentes de familiares con glaucoma.
Los tratamientos disponibles a día de hoy no consiguen curar la enfermedad, pero pueden frenar su evolución. Con el fin de hacer un diagnóstico precoz de la enfermedad y un control de ésta es muy recomendable hacer revisiones oftalmológicas periódicas, especialmente a partir de los 50 años.